lunes, 27 de julio de 2015

Entrevista con Zagajewski

Extraordinaria entrevista con Adam Zagajewski, por las respuestas, claro, pero también gracias a las preguntas. Por ejemplo, estos comentarios aislados:
—Hace un par de semanas estaba en Atenas, y la gente no estaba haciendo fotos de la Acrópolis, ni de los templos, sino de sí mismos. Me quedé sobrecogido. Es la esencia de nuestra época: "¿Es la Acrópolis? Me da igual, yo soy más importante que estas ruinas".
—Música es una forma de decir adiós a la vida, al tiempo. Es tan hermoso. Nos ayuda a aceptar esta temporalidad de todo. Esa es la paradoja, la música triste nos pone alegres. La tristeza de la música provoca felicidad de una manera muy extraña.
—[Mi padre] era el hombre más honesto que yo he conocido nunca, él me dio esta medida de honestidad, que muchas veces yo echo de menos en la vida literaria. Como por ejemplo que jamás debes hacer elogio de ti mismo, y en la vida literaria hay mucho de auto-bombo. A menudo busco la imagen de mi padre en mí mismo, dónde estoy.
—Uno de los grandes peligros de nuestra época es la ideología, el pensamiento que se convierte en fanatismo, que va más allá del escepticismo, de lo que Karl Popper siempre cuestionaba. Lo que se convierte en afirmaciones contundentes, en una suerte de creencia religiosa.