A la hora de juzgar un libro decía Wayne Booth que una pregunta decisiva es la de preguntarnos sobre la calidad moral de nuestra risa: ¿de qué nos reímos?, ¿por qué nos reímos? Y eso le hace poner en duda que
libros como los de Rabelais o
como Huckleberry Finn tengan la categoría de clásicos indiscutibles. Lo mismo se dice, de otra manera, en
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