miércoles, 30 de abril de 2014

Los pequeños editores

De este buen análisis acerca del imperio editorial español (en dos partes: una situación imposible y perdiendo público), me interesa mucho la sección "una oportunidad para los editores independientes y las lenguas minoritarias". El autor señala que "los públicos de los editores independientes son y serán siempre modestos —por eso incluyo las otras lenguas del Estado— y es el trabajo al detalle sobre esos públicos lo que un gran grupo no puede hacer por cuestiones de economía de escala". Entre otras cosas apunta que «sólo un conocimiento profundo del público —dónde está, qué le gusta, qué busca, qué dinero invierte en libros, etc.— permitirá armar un plan editorial coherente y a largo plazo, capaz de ofrecer un catálogo rentable» con el que fidelizar a ese público «a una profundidad imposible para cualquier gran grupo». La idea es que «hay contenidos a la escala de los pequeños públicos que nunca serán rentables para un gigante pero sí pueden serlo para los independientes» y que ahora «las lógicas digitales trascienden fronteras y permiten vender allí donde antes era imposible llegar. Esa es una realidad que justo ahora empezamos a ver: pequeños y medianos editores vendiendo sus libros digitales en América Latina. Nadie ha dicho que los pequeños públicos deban ser los de tu pueblo. Nadie dijo, tampoco, que dichos públicos no pudieran contarse por miles».